domingo, 20 de abril de 2008

Sophie: la otra cara de mayo del 68

Ayer se celebraba el 40 aniversario de Mayo del 68... o por lo menos lo celebraba El Pais con un especial.

Yo nací en el 73 por lo que obviamente no tengo ninguna experiencia personal sobre el tema. Sin embargo una vez tuve la ocasión de hablar largo y tendido sobre Mayo del 68 con uno de sus protagonistas anónimos...

Yo tendría unos 16 o 17 años. Estaba en plena adolescencia rebelde y vivía convencida de que el mundo se podía cambiar en un día. Los grandes ideales me parecían la única manera de justificar una existencia digna y me aferraba a aquellos que me resultaban mas cercanos. Estudiaba en Francia y Mayo del 68 representaba uno de esos grandes hitos históricos que me habría gustado vivir, la revolución cultural y social por antonomasia, la juventud progresista al poder.

Por aquella época pasaba muchos días en casa de mi amiga Nadège. Nadège vivía en una casa en construcción perdida "in the middle of nowhere" en la campiña del País Vasco-francés. Sus padres de medios modestos la iban construyendo poco a poco de modo que cada semana había un nuevo detalle que apenas se notaba pero que implicaba un gran cambio: el suelo de la cocina, las escaleras de la mezzanine del salón, un trozo de terraza, etc...
La madre de Nadège era periodista de un pequeño periódico local. Sophie, era una mujer discreta, simpática, que no solía meterse en nuestras conversaciones y que preparaba la mejor tortilla de "nouilles" que he probado jamás, quizás también por ser la única tortilla de macarrones he tomado en mi vida.

Un día que Nadège y yo discutíamos de filosofía, sobre un texto de Sartre, y yo comentaba mi idealizada visión de la revolución social y de Mayo del 68 Sophie irrumpió pro primera y creo que última vez en nuestra conversación.
"Mayo del 68 fue un engaño", comentó. "Yo lo padecí y fue un engaño. Perdí todo un año de carrera por culpa de cuatro niños ricos a los que perder un año de carrera no les suponía ningún problema porque sus padres les pagaban la universidad y el alojamiento. Yo no tenía esos recursos y cada año en Paris me suponía todo un verano de trabajo. Los organizadores de las huelgas y las revueltas nos impedían asistir a las clases. Los exámenes no se pudieron hacer y todos tuvimos que repetir el año. Yo casi tuve que dejar la carrera. Al año siguiente parecía que nada había pasado, todo siguió igual, no se logró ninguna mejora para los estudiantes. Y todos aquellos que lideraron las movilizaciones ahora, 20 años después, ocupan altos cargos en el gobierno. Ya no son hippies y ya no se acuerdan de sus reivindicaciones de Mayo del 68. Los demás que sufrimos las consecuencias de su llamada revolución estamos igual que antes, algunos incluso peor porque mucha gente tuvo que dejar de estudiar y volverse a su casa. Mayo del 68 fue un fraude."

En esta línea de pensamiento se encuentra el artículo de Antonio Muñoz Molina en El Pais de la semana pasada. Mayo del 68 coincidió con la primavera de Praga o la muerte de MalcomX que dejan a la supuesta revolución cultural a la altura de la anécdota. Pero como todos sabemos las cosas no son sino lo que un buen marketing hace de ellas. Sirva de ejemplo el jamón de Parma frente al jamón Serrano, o la universalidad de los "spaghetti bolgnesa" que ni siquiera son un plato típico italiano (el plato son los "tagliattele bologonesa").

Resulta terrorífico que valga más una mediocridad bien vendida que la genialidad mal comunicada. Y cuanto más globalizados, más mediatizados y más mediocridad en bote bien decorado.
Dejo la puerta abierta a la reflexión...

Lectura recomendada, como no, Antonio Munoz Molina, Praga y Menphis en Mayo publicado en El Pais del 19-04-08: http://www.elpais.com/articulo/semana/Praga/Memphis/Mayo/elpepuculbab/20080419elpbabese_5/Tes

No hay comentarios: