El jueves recibí un email de Kay Thew, nuestra amiga birmana que trabaja en la recepción de una casa de huéspedes en Yangón, El Okinawa. Más que un email era un grito de socorro. "Mi país va muy mal. No hay casi turistas desde hace varios meses y el Okinawa no me puede pagar. No hay trabajo. No puedo salir y no tengo dinero para montar algo por mi cuenta. No sé que puedo hacer."
Yo tampoco sé que puede hacer Kay Thew. Y desde que recibí el email, al que contesté inmediatamente, estoy esperando más noticias. Kay Thew era una de las personas mejor situadas que conocimos durante nuestro viaje en Birmania. Tenía trabajo y estudios. Si ella está así, ¿como estarán las otras personas que conocimos que cuando nosotros estuvimos tenían ya serios problemas para sobrevivir?
El caso es que hace unos meses el problema de Birmania volvió a ocupar todos los titulares debido a la sublevación protagonizada por los monjes en contra de la dictadura militar vigente desde hace años. En aquel momento todos los líderes mundiales se volcaron en el tema demostrando su apoyo a la oposición liderada por Aung San Suu Kyi. Pero el gobierno no dio su brazo a torcer y el tema dejó de ser interesante para los Gobiernos, Medios y por ende para la opinión pública. O fue en otor orden. (Y de nuevo nos encontramos con la famosa pregunta "¿Quien fue primero el huevo o la gallina?").
Así que, después de meterse en el problema birmano, presionando e incrementando la crisis interna que vivía el país, los gobiernos internacionales y los Medios se echaron a un lado y dejaron que el tema fuera evolucionando solo. Y las consecuencias de toda está historia las sufren los mismos de siempre, lo que no tienen mucho que ahora ya no tienen nada. El sistema está hecho de tal modo que la próxima vez que a alguien le de por sublevarse será la propia población civil, que vivé ahogada por el régimen, la que les pida que paren para evitar que la situación todavía empeore más.
No se puede pedir mucho a los gobiernos, eso ya lo he asumido hace mucho. Ahora estoy empezando a asumir que no se puede pedir tampoco gran cosa a los Medios. ¿Se dan cuenta los redactores jefe, los responsables de las secciones internacionales, de que, al utilizar la información con tan poco criterio son responsables directos de lo que luego pasa en estos sitios? No se puede utilizar una arma tan potente como la comunicación para lanzar una piedra y luego esconder la mano como si no fuera con ellos. Entiendo que los Medios dirán que la responsabilidad la tienen los gobiernos, pero todos sabemos que basta que un lider de opinión se empeñe en hacer una compaña de comunicación a través de un medio para que aparezca una prioridad de gobierno donde antes no la había.
Y si lo de Birmania no tiene solución ya veremos como acaba lo del Tibet. Igual... abro las apuestas. Va a pasar exactamente lo mismo. De echo es exactamente igual, las imagenes son muy parecidas, las reacciones de los gobiernos similares y la atención de los Medios muy similar (periodistas intentando arrancar imágenes impactantes, cartas a los directores de los periódicos, titulares, aperturas de telediarios...). Como si de repente el tema del Tibet acabara de surgir y no llevara ahí plantificado como una losa sobre la población desde hace años.
Que pena de sociedad desarrollada que somos y pena de Medios que tenemos y que poca solución tiene todo esto... ¿No podrá nacer un grupo de líderes de opinión que nos saquen de la idiocia persistente en la que estamos inmersos?
Yo por mi parte seguiré dedicándome a ordenar mi casa con el objetivo de mi granito de arena se una a otros y configure un montaña.
Ya os iré contando como evoluciona el problema de Kay Thew... que por lo menos os enteréis por mí.
sábado, 5 de abril de 2008
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