Hoy es #25S.
Tenía que estar durmiendo pero he visto un video de esos que
están rulando por Twitter y ahora no puedo dejar de llorar. Llevo asi toda la
noche, llorando amargamente por un colectivo ingrato que no ha sabido valorar
lo que tenía y lo que era capaz de tener.
Los primeros a los que maldigo es a aquellos que tienen el
poder directo de cambiar las cosas y no lo han hecho. Cargos públicos, políticos,
que se han sentido tan cómodos en el sistema fangoso que hemos ido creando que
no les ha interesado variarlo. Visión ególatra y cortoplacistas que nos ha
sumergido en una crisis estructural tan grande que es una olla a presión.
Los segundo a los que maldigo es a los que no quisieron ver,
que siguen sin querer ver, que han decido que quieren la píldora roja, la
realidad virtual, y que creen que tapándose los ojos conseguirán hacer que pase
la realidad incomoda que nos rodea.
También maldigo a los que no tienen nada por lo que luchar
que sea tangible y se crean fuegos fatuos de revoluciones con lucha armada que
cambian el mundo sin muertos.
Tan ciegos unos como otros, tan egoístas todos, los maldigo
porque van a acabar con nosotros y no se dan ni cuenta.
Podemos cambiar el mundo, pero sabemos que existen formas de
hacerlo sin que tenga que haber destrucción. Debemos cambiar el mundo, aunque no
nos apetezca, porque ya es insostenible.
No hay que arreglar nada, hay que aceptar que empieza una
nueva era, y hay que hacerlo con esperanza, ilusión y mucho amor. Y solo así,
acabaremos realmente con lo malditos, de una vez por todas.
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