En el año 2006 dirigí el proyecto internacional liderado por
el FIB (Festival de Benicassim) UnPopclassik. Ese año me despedí de los grandes
festivales de música. Después de años de frenética actividad, de ir a
conciertos casi todos los días y hacerme más de 40 festivales internacionales en
menos de dos años, de repente paré. Me hastié.
Desde entonces había vuelto a ir a algún festival. De hecho
trabajo con y para grandes Festivales de música así que ocasiones no me han
faltado. Pero llevo muchos años con la impresión de que mi tiempo de festivales
ya había pasado, sin que eso me perturbara mucho, la verdad.
El año pasado estuve un par de días en un esplendido
festival que tiene lugar en París, el Rock en Seine. Me encantó. Me lo pasé
genial. No fui tanto al festival por su cartel sino más bien a ver a mis amigos
programadores, directores, gente de producción de otros festivales francófonos.
Pero disfruté con la música y el ambiente. Me encantaron los WC ecológicos de
cartón que usaban un sistema de compostaje inoloro y no contaminante, los vasos
reutilizables, no tener que hacer colas, los espacios amplios para sentarse, la
guardería gratuita hasta el final del festival a las 01:00.
Esta fue la historia que les conté a los 3 organizadores del Low Cost Festival cuando les conocí. Y la compraron. Y así este
año nos hemos encontrado todo el equipo de @universovivo trabajando como nunca
hasta ahora en un Festival que nos ha permitido hacer realidad muchas de
nuestras propuestas. Eso ya es un buen comienzo ¿verdad? Cuando uno llega a uno
de los dos escenarios principales y ve que todas las lonas van dedicadas a la campaña de sostenibilidad que hemos diseñado: Lower contaminación Lovver música,
pues ya pueden sonar cacofonías que uno oye cantos de ángeles.
Pero ya más en serio. Las acciones de sostenibilidad son indispensable
para que gente como yo se sienta a gusto. Ver un recinto lleno de gente que
lleva su vaso colgado, sin apenas residuos en el suelo, y sobre todo
concienciados!!! es decir que saben que llevan ese vaso para no contaminar, eso
es ya de por si un orgullo. Ver a los artistas entregarse a fondo y que gente
como Ivan Ferreiro, Is tropical o Triangulo de amor bizarro renunciarán a sus
efectos de luces por ayudarnos a sensibilizar sobre el cambio climático, eso es
sublime.
Pero el Low Cost ha sido para mí mucho más. Espacio,
comodidad, calidad, facilidad. Un recinto cómodo, unos servicios buenos, un
estilo diferente. Ver a los grupos de cerca o de lejos, como prefieras. De
repente he vuelto a disfrutar de la música. Que el cartel no era excepcional, dirán
algunas. Pues ya no se que es una cartel excepcional. Y además de que me vale
un super cartel si no puedo disfrutar oyendo la música como yo quiero. Pero a
mi me parecieron excepcionales grupos como Fuel Fandango, El Columpio Asesino,
Jero Romero (impresionante directo), Putilatex (tremendos), Annie B Sweet (ya
era fan), y algún otro más.
Y a los grandes escenarios se suman, el karaoke con música
en directo y los mini conciertos del escenario Sol Música.
Y luego las infraestructuras de la ciudad. Millones
de hoteles. Y Benidorm. Es como una aventura en si mismo. Como me dijo la
directora del Festival Carolina, “nosotros no pretendemos traer el glamour a
Benidorm, queremos que la gente que venga lo disfrute tal y como es”. Es decir
simplemente genial, anacrónico y lleno de posibilidades al alcance de todos.
Tengo la certeza de que los festivales son más que música. Y
así lo creen también los directores del Low Cost Festival. De modo que sé que
esto es solo el principio. Porque es un festival con ganas y sin miedo al
cambio. Como yo. Como nosotros (¿?)
En fin que el Low Cost me ha devuelto muchas cosas que había
perdido. Larga vida al Low Cost Festival!!
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