Si, empezamos un nuevo año dejando atrás tres intensas semanas de fiestas navideñas que tanto me gustan y tan mal me sientan.
Tres kilos más, resquicios de un terrible resfriado casi-mortal, y un gran agujero en mi tarjeta de crédito (pese a todos mis esfuerzos de ser sostenible y consumir con moderación…), ese sería el balance en grandes líneas de mis vacaciones navideñas. Pero también quedan todas las sonrisas de mis seres queridos y las mías propias que este año han sido muy grandes y abundantes… merece la pena.
Le decía a
Del nacimiento a la muerte, somos nosotros los que otorgamos el valor a todos los sucesos que nos acontecen, dotándolos de un significado concreto y adoptando una postura emocional hacia ellos.
En muchos casos se trata de un tema cultural. Por ejemplo hace unos años hablando con un amigo Camerunés, Yves, este me explicaba como para él la muerte no significaba nada porque en su cultura sólo era un paso hacia un estado diferente, y por lo tanto todo el mundo lo aceptaba como se acepta que alguien se vaya a buscar fortuna a otro país y no vuelva nunca. Para mi sin embargo, la muerte es un gran drama al que no logro enfrentarme adecuadamente aunque lo intento ocn todas mis fuerzas y todas mi neuronas.
Kay Thwe se quedó en Madrid sola para pasar la noche vieja y el año nuevo. Muchas personas me preguntaron por ella y me comentaron lo triste que tenía que ser pasar dichas fechas sola en una país extraño sin poder celebrarlo. La verdad es que a Kay las navidades se la refanfinflan porque ella es budista y además el nuevo año en su país se celebra en marzo. No puede tener “espíritu navideño” ya que este se basa en gran parte en el anhelo de revivir experiencias anuales especiales que nos reconfortan y alegran, por estar a caballo entre el recuerdo, supuestamente feliz, y la realidad, supuestamente feliz también. –Aprovecho este comentario para hacer un inciso y subrayar que por esta misma razón hay mucha gente que odia las Navidades, porque están llenas de malos recuerdos…-
Yo he elegido vivir las Navidades a tope. Me gustan, tengo buenos recuerdos y me recreo en las tradiciones y los estereotipos que he adaptado para que me cuadren y me alegren. Soy feliz y creo que hago feliz a los que me rodean. Y magnifico las fiestas, haciendolas enormes para todo mi entorno.
Esto es extrapolable a todos los sucesos vitales que podamos vivir. Un éxito o un fracaso vienen definidos por nosotros mismos, generalmente influidos por una serie de valores sociales que nos han inculcado.
Empiezo este nuevo año ahora porque quiero. Lo empiezo convencida de que el año pasado logré iniciar un camino que es el adecuado. El año pasado empecé a darle importancia a otras cosas y a quitarle importancia a muchos hechos que ahora me parecen intranscendentes. Como ya dije más FIB y menos PIB, han marcado mis prioridades de 2009. En 2010 quiero asentar conceptos, seguir creciendo, y ayudar a que otros muchos crezcan conmigo, descartando pensamientos únicos heredados que creo ya no son válidos en los tiempos que vivimos.
Ser más por dentro…aunque cueste mucho, porque si amigos a veces da miedo.
Os deseo a todos un año lleno de fuerza, de lucha exitosa y de evolución, creo que así se resume todo. Como diría mi mentor Daniel Gueguén: “Il faut se battre tous les jours" (hay que lichar todos los días », pero “that’s life”, otra cosa es solo superviviencia, no vivencia.
1 comentario:
Pues yo este año decidí experimentar con las fiestas. Decidí pasarlas a mi bola sin ver ni tan siquiera a la familia... y la verdad es que la cosa ha estado super bien. Creo que lo haré algo más a menudo... :)
De hecho, creo que esta es la primera vez que comienzo de una forma tan enérgica y positiva un año. Ya tuve un momento en que empecé un año energéticamente negativa... o sea que estoy expectante por ver lo que me espera este año 2010!
En todo caso, ya que Kay Twe Aye ha sido protagonista de este post igual sería interesante que le preguntarás qué significa realmente el año del Tigre para los asiáticos...
Te deseo todo el tesón del mundo para que en 2010 sigas concentrándote en aquellas cosas que realmente consideras importantes.
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