Estoy oyendo a Amy Winehouse y pienso…¡Que fuerte que esté muerta! Muerta… criando malvas… ha dejado de ser. Y yo aquí escuchando su música.
Me da por pensar en que conozco a un montón de gente muerta…
cada vez más. Es por la
edad. También conozco a un montón de gente influyente por esa
misma razón. El mundo es de los cuarentones, aunque los jóvenes no se den cuenta.
Y cuando pienso en la muerte pienso inmediatamente en la vida. Esa vida que no
sabemos vivir los cuarentones.
Ayer estaba con unos compañeros trabajando sobre un proyecto
y me encontré dando un discurso sobre el porqué de nuestro trabajao: “cambiar
el mundo, kuchar contra las desigualdades, favorecer el acceso a la educación
a poblaciones vulnerables sin recursos!!” A veces se nos olvida el objetivo,
por muy legitimo y bello que sea, y nos perdemos en los medios.
Así es como vivimos las vida los cuarentones, tan absortos
en los medios que se nos olvida el objetivo. El objetivo primero de la vida
debe ser vivir, disfrutando con cada instante vivido, sea cual sea la actividad
que desarrollamos.
Las culturas orientales insisten mucho en el punto de
consciencia, el ser conscientes de qué estamos haciendo. Y es que ¿como vamos a
disfrutar y a valorar lo que tenemos si no somos conscientes de que lo estamos
teniendo? La mayoría de las veces nos proyectamos en el objetivo de la
actividad olvidando la actividad en si misma, que es la que mas tiempo nos
lleva. La comida es un claro ejemplo, cocinar durante horas para consumirlo
todo rápido porque tiene una pinta excelente y luego… ¿que? Así nace la sociedad
insatisfecha, que se desarrolla proyectada a futuro, nostálgica del pasado que
fueron incapaces de disfrutar por que el presente les resulta frustrante.
El presente, el instante, es nuestro valor. Es lo que hace
que la muerte no sea una amenaza, y lo que justifica nuestra existencia cada día.
Voy a respirar tres veces, a llenarme de esperanza, de amor
y de energía a ritmo de Amadou&Mariam y voy a empezar el día con el respeto
y la fuerza que se merece, que me merezco. Os aconsejo que hagáis lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario