martes, 7 de diciembre de 2010

La insoportable inercia del sistema...

Hoy empezamos con la banda sonora de la entrada:


Estoy obsesionada con la comunicación últimamente. Acabo de ver Daybreakers una película sobre vampiros que me ha parecido una alegoría de la situación que vivimos en nuestra sociedad actual. En grandes líneas, se trata de una película sobre un sistema que no funciona, que es insostenible y está en crisis. Para superar la crisis cohabitan dos enfoques. Por un lado está los que buscan soluciones para sostenibilizar el sistema pero sin modificarlo sustancialmente y por otro están los que quieren cambiar el sistema por otro alternativo

Creo que eso mismo estamos viviendo en nuestro días. Por razones que creo que deben situarse en la fuerza autoportante de propio sistema se está llevando a cabo una tremenda lucha para preservarlo.

Esto es muy gordo, es lo mas pavoroso de todo lo incumbe a nuestra situación actual. No existe ninguna razón objetiva para preservar el sistema en el que estamos inmersos, sin embargo, una fuerza superior a la propia humanidad hace que mucha gente muy capaz y preparada defienda toda esta estructura insostenible social, económica y medioambientalmente.

Por ejemplo. Hoy al hilo de una conversación con mi hermana, ella ha intentando discutir sobre si los niveles de gases de efecto invernadero era o son o si es cierto o no lo es. Y cuando ya estaba casi embarcándome en la controversia he parado en seco. No, ese no es el problema. Que mas da si hay gases de efecto invernadero o no. Da igual. ¿Porque hacer las cosas de un modo dañino para nosotros y para el entorno si podemos hacerlo de otro modo menos nocivo, incluso nada perjudicial? No necesitamos datos ni indicadores para saber que el humo del tubo de escape es malo. Es mas, hay gente que se suicida con el. Si podemos desplazarnos con otro sistema que no eche ese humo malo, ¿Por qué no hacerlo? Eso entre miles de ejemplos.

En realidad todo pasa por hacerse la pregunta importante de forma regular ¿Por qué haces lo que haces? ¿Por qué vives como vives? ¿Es tu elección? ¡Te has planteado alguna vez si existe otro sistema más satisfactorio y además más sostenible!

Estamos inmersos en la cultura de lo rápido. Ya, ahora. “Señores pasajeros nos hemos perdido pero llevamos una velocidad excelente”. Esta falta de reflexión se encuentra en todo lo que nos rodea, en la arquitectura, la ropa, la agricultura… en la vida misma vamos- por generalizar castizamente.

Y así, nos destrozamos lo mejor tenemos, la vida, porque no la vivimos, y, además, destrozamos todo aquello que la rodea. Como decían el otro día en la conferencia de Espiritualidad y sostenibilidad, somos extraterrestres, porque vivimos fuera de la Tierra, de la Tierra como MamaPacha, como fuente de inspiración, como base humanizadora y humanizante.

Poco a poco a voy viendo la luz al final del túnel. Creo que voy identificando al enemigo, que no es más que la propia inercia del sistema. Y hoy, hoy primera vez, tengo la sensación de que el cambio del sistema nunca podrá venir de dentro, se tiene que hacer fuera de el. Como dijo Odile Rodríguez de la Fuente el otro día, no vale para nada ser destructivos y negativos, lo que tenemos que hacer es construir de otro modo, y el resto vendrá por si solo.

Continuara…

Por cierto ni que decir que recomiendo encarecidamente Daybreakers, es una maravilla de película que confirma que Ethan Hawke es un caballo ganador, que sabe elegir sus guiones. Además tiene una estupenda banda sonora.

2 comentarios:

panaka dijo...

Me ha gustado mucho eso de "¿Es tu elección?" porque realmente todos hacemos lo que hacemos porque nosotros somos los que decidimos qué hacer, en qué momento y cuántas veces hacerlo.

La excusa barata de "No tuve elección" es mentira y no es más que un falso malo pretexto para intentar esconder nuestra propia incompetencia de ser responsables de nuestros actos. Otra cosa es que todo el mundo hace lo que es fácil, lo que es cómodo, lo más sencillo y lo más accesible. ¿Por qué? Pues para no comerse la cabeza. Y es francamente ridículo... porque elecciones hay y siempre hay muchas otra cosa, es que nos dé la gana hacerlo.

Los que se puedan dar por aludidos por lo que estoy diciendo, sabes bien lo que te dirán, Lula: "Quisiera hacer las cosas de otra forma, pero no puedo". No pueden porque están en una situación cómoda que las lleva únicamente a tomar las medidas más cómodas. Sin embargo, en un momento de caos - como una guerra o esta misma crisis financiera mundial - entra la desesperación y el desconcierto: se manifiesta la tensión necesaria que ponga en jaque la (falsa) comodidad en la que vive esa persona (nada más que un simple espectro, una mera ilusión) entienda que es momento de encontrar soluciones. Y sí: lo que antes decía que quería hacer y no podía, ahora que ha visto que su comodidad estaba amenazada, pues no le ha quedado más remedio que hacerlo.

Es triste reconocerlo pero tampoco la gente me da pena alguna (en esto último, lo reitero tres mil millones de veces más para que mi provocación acabe cayendo en saco roto de manos de lo que dicen que son inocentes y no harían más que juzgarme y descuartizarme ante mi posición tan sumamente frívola, pero lo acepto y disfruto con ello): la gente no hace nada salvo que su comididad se vea tan afectada que tenga que recurrir al instinto humano más básico, que no es otro que el de la supervivencia.

Ya lo dijo Sun Tzu... "A un enemigo cercado hay que dejarle siempre un camino alternativo. De no hacerlo, al verse totalmente acorralado, abogará por su instinto de supervivencia y entonces luchará hasta su último aliento. Esto provocará un alargamiento de la batalla, y por todos es sabido que ante todo la guerra es un asunto de estado y que por tanto, nunca una guerra larga fue beneficioso para nadie."

PD: Me encanta volver a las andadaaaaas! Un besooo

Lucila Rodriguez-Alarcon dijo...

Mi muy querido, cuanto te he echado de menos! Da gusto verte fiero y provocador como siempre.
Nada que objetar a tus comentarios, estoy totalmente de acuerdo, aunque difiero en lo de la pena... a mi todos me damos pena, porque nosotros también estamos en ese saco. El sistema es tan perverso que tendríamos que romperlo y rompernos con él para poder elegir un poquito, ya no te digo del todo, pero solo un poquito...
Lo dicho, feliz de verte por aquí de nuevo, es un lujo y un placer contar contigo entre mis lectores.