jueves, 27 de mayo de 2010

He vuelto para quedarme

Acabo de terminar una reunión de trabajo con dos seres excepcionales, los hermanos M. Tras la reunión nuestra conversación ha empezado a derivar y hemos acabado hablando del Cambio, el cambio que está teniendo lugar, lo que MM llama la “Iluminación” imparable. Ese cambio con el que sueño pero que me asusta tanto. Hablaba MM y me iba invadiendo una extraña angustia. Un hombre que vive sin comer 400 y pico días solo a base de agua y sol… y la energía que cura… y el cambio de ciclo, el año 2012… la verdad, la ficción. Lo desconocido asusta, pero a mí me asusta más tener miedo de la novedad. Me asusta que me asuste el cambio de modelo.

El miedo a tener razón es un miedo raro, sobre todo si no está asociado a un pensamiento negativo sino positivo. Me explico. Yo creo que efectivamente que está teniendo lugar el Cambio, la iluminación de la sociedad, y confío en él como único futuro sostenible. Si dicho Cambio realmente tiene lugar sólo nos beneficiará a todos. Entonces ¿porque me da miedo?

Creo que la clave está en la conversación que tuve el otro día con mi querida Paloma RA. Ella me comentaba que estaba cansada de la crítica y que estaba planteándose seguir su camino hacia otra forma de vivir pero en silencio, sin comentarlo con el resto del mundo. Es ese miedo al rechazo y a tener que luchar contra la ignorancia. Porque en realidad Paloma vive abierta a nuevas informaciones y nuevos enfoques y tiene que enfrentarse constantemente con juicios de valor de personas que prefieren no saber, no aprender, no escuchar y no ver más allá de una serie de prejuicios que han adquirido a través de una educación y unos canales de información obsoletos y restringidos. Gente que no se plantea cuales son las bases sobre la que estructuran su pensamiento y conocimiento y por supuesto ni siquiera cuestionan su validez. Y desde ese enfoque, gente que critica sin pensarlo cualquier enfoque alternativo solo por el hecho de ser eso, alternativo, no convencional. Mucha de esa gente nos importa un pito, pero otra tanta, es gente cercana, que si que nos importa…ahí es donde aparece la sensación de miedo, de vértigo y de soledad que nos puede llevar a encerrarnos en nuestras convicciones.

Yo parto de la base de que se debe reinventar el modo de hacer las cosas, de que este mundo no está bien y hay que cambiarlo. Todavía no sé como, pero sé que hay que hacerlo, para poder asegurar la vida de las futuras generaciones – inciso: futuras generaciones sean o no sean humanas… esto me recuerda que en general la solución al fin nuestro mundo suele ser meter a todos los humanos en una nave y abandonar el planeta… si es que…-

Tengo una certeza entre tantas dudas, y es que el principio del cambio está en la comunicación, en la apertura, en el compartir y en el aprender, lo que implica todavía más información. Tenemos que seguir hablando, escribiendo, estudiando, investigando, experimentando, nuevas formas de vivir, nuevos enfoques, hasta que logremos entre todos, rediseñar nuestro modo de interrelacionarnos con el entorno, rediseñar nuestro presente y nuestro futuro.
La verdad te hará libre. El problema es saber cual o qué es la verdad; pues entre todos tendremos que encontrarla ¿no?

Os dejo con la canción de Michael Jackson I am bad, que no dejo de cantar para mi con la letra adaptada:” I am back…”( y me veo ahí bailando y todo, con los leotardos de cuero negros que se han vuelto a llevar…) y he vuelto para quedarme, de modo que bienvenidos a la nueva era post-parto de mi blog….

PD: este post va dedicado a Paloma RA, por su apoyo y su enriquecedora conversación…

3 comentarios:

La Paloma en la Morada dijo...

Muchas gracias Lula. Ahí va mi réplica: http://palomaenlamorada.blogspot.com/2010/06/el-cambio.html

panaka dijo...

Me alegra que hayas vuelto. Me lo pasaba muy bien leyendo tu blog y dejando mis comentarios. Ahora, en está reinvención tuya, seguramente me vaya a divertir más. Cuanto más tiempo pasa, más cosas ocurren y éstas, más determinan nuestra forma de pensar y de ver las cosas.

Digo esto, basado en lo sorprendente e inesperado que me ha parecido el leer que un cambio te pueda asustar. En mi corta vida, he vivido cien mil cambios y espero vivir otros cien mil porque sé que éstos contribuirán a una mejora en mi persona. Y en estos momentos, no puedo evitar pensar como en octubre de 2008 tuve un momento de mini crisis. Se me juntaron tres mil cosas, rebosé y todo me sobrepasó.

Entonces recibí un SMS tuyo en el que me decías algo así como "Los cambios son buenos. Si se te cierra una puerta, es porque se abren siete". Igual es que en ese momento estaba super sensible, pero me pareció super inspirador. Y desde entonces, cada vez que pienso en algún cambio, ese comentario tuyo actúa como referencia. Hoy soy mejor que ayer pero peor que mañana... y en cuanto al resto de cosas, aplico el mismo imperativo categórico.

Con respecto a las opiniones que puedan tener las personas basadas en nada. Y digo en nada, porque tener una opinión basada en un prejuicio, es lo mismo que si no estuviera basada en nada. A estas alturas, Lula, no creo que sea necesaria extenderme mucho más en este aspecto. No me parece más peliagudo si este caso fuera aplicable en personas realmente allegadas a mi. Nadie tiene derecho a bloquear la evolución natural de una persona. En nadie, incluyo a todos, novios, novias, perros, amigos, abuelos y pajaritos :)

Un besote!

Lucila Rodriguez-Alarcon dijo...

Gracias chicos por vuestro enriquecedores comentarios...