viernes, 9 de febrero de 2018

Catarsis



Me quiero hacer pequeña, chiquita chiquita y meterme en una caja de cerillas hecha un ovillo.
Protegida por los cartoncillos abranzadome a mi misma para no perderme. Calentándome el alma sola. Hasta que pase la tristeza. 
Cuando no me pese el alma me gustaría hacerme grande, enorme enorme, gas y luz, intangible. Y flotar infinita, llena de amor, paz y alegría. Y explotar en haces de luz que iluminen el mundo, el mío y el otro. Hasta que la luz sea lo único que quede.
Junto las rodillas, temblando de frío bajo el chorro ardiente de la bomba de calor. Subo las rodillas hasta la cadera. Lo pienso y se me encoge el estómago que tiene un nudo que no se quita. Tengo las manos y los pies helados.
Gazpacho.
Me gustaría hacerme caracol y meterme enrollada en la concha. 
Me gustaría recordar que todo pasa en lugar de pensar en lo que ha pasado.
Gazpacho.
Pero no quiero olvidar, podría pero no quiero. Olvidar es como matar. Quiero recordar sin que duela. Paciencia, eso de lo que carezco. Vivo como si la vida se fuera esfumar mañana. La vida se puede esfumar mañana. 


Estos días he llorado por los meses en los que he corrido, huyendo hacia delante, para no hacer duelos. He llorado a José, mucho. He llorado a Marian. Y a Marisa, y a Carmen. He llorado por un tiempo pasado por el nunca lloré. He llorado por los chavales de Melilla, y los muertos del mar, y lo refugiados helados en los campos de Grecia. He llorado porque quiero que Marta sea muy feliz con Ane. He llorado por le paso del tiempo que atraviesa inexorable a mis seres mas queridos. He llorado por mi, por todo lo que me he negado y todo lo que no he podido llorar antes. He llorando en una catarsis infinita que despide una época abre otra. 

lunes, 25 de diciembre de 2017

Un año de amor



Me repito como el ajo verde pero da igual; desde el día que decidí que no podía vivir más que a través del amor estoy aquí luchando.

 Amar es dificilísimo.

Cuando amas das un pedacito de ti. Y, quien tenga ese trocíto de tu ser puede darte mucha alegría pero también te puede hacer sufrir muchísimo. Darte te hace más vulnerable. Por eso tenemos miedo de amar porque tenemos miedo a sufrir. Cada vez hay más miedo al sufrimiento y cada vez veo a la gente más sola y más reacia a dar y recibir amor. Y sin embargo hay un parte en la entrega que te hace tan libre. Ese dejarte de lado te permite ver las cosas con otro prisma, quitarle importancia a sentimientos primarios como el orgullo, la vergüenza ajena, la codicia. Abrirte te permite reflejarte en los demás y escuchar y aprender y mejorar y crecer.

Cuando amas también entregas una parte de tu energía a otra persona, una energía que necesitas reponer de algún modo. En nuestra cultura nos animan a pensar que lo que das lo debes tener de vuelta. De modo que empezamos las relaciones entre nosotras llenándolas de expectativas. Nos proyectamos y cargamos al amor que damos con toneladas de exigencias, pensando que así seremos más felices. Eso es un tremendo error. Nuestra energía debemos conseguirla del mundo que nos rodea y de la vida que vivimos. Las personas nos pueden acompañar, nos pueden aportar cosas, nos pueden ayudar a mejorar nuestra energía, pero no pueden ser nuestra fuente de energía, porque entonces acabaremos extinguiéndonos mutuamente.

Es decir que vivir a través del amor consiste en querer, universalmente, sin esperar nada a cambio. Y eso es difícil. Pero este año he conseguido llegar a unos niveles increíbles de equilibrio entre lo que doy y lo que recibo. El amor que he dado no es en absoluto proporcional al que he recibido. Estoy rodeada de amor, me siento extremadamente querida, por mi familia, por mis amigas, por mis amigos, e incluso por el mundo. Además llevo unos meses encontrando fuentes de energía que me alimentan y me hacen sentirme fuerte y valorar la vida en su esencia más pura. La música, el baile, la naturaleza, el viento en mi cara, mi maravilloso trabajo, mi casa, y el amor que recibo sin esperarlo, me convierten en una titana.

Y en este estado la verdad es que reivindico el valor de la diferencia y la fidelidad a una misma. Sigo luchando por avanzar en este camino que a veces es complicado, porque yo no estoy totalmente libre del miedo a que me hagan daño y me puede pasar que me gasté tanto dando que me cueste recargar. Pero no tengo la menor duda, así es como quiero vivir, como lo he hecho este año, dando amor sin esperar nada a cambio.

Este es un homenaje a todas personas que me han querido tanto este año, que me han dado cosas que jamás habría imaginado, que me han recordado que somos maravillosas en nuestra diferencia, que me han ayudado seguramente sin saberlo, a ser mejor y a estar mejor. Gracias, os quiero mucho, ahora y siempre, porque no me pienso ir nunca de vuestras vidas.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Como en la canción de Keane

Oh simple thing where have you gone?
I'm getting old and I need something to rely on
So tell me when you're gonna let me in
I'm getting tired and I need somewhere to begin 
And if you have a minute why don't we go
Talk about it somewhere only we know?
This could be the end of everything
So why don't we go?
Se me partió el corazón. Hace unas semanas. Se partió en trocitos pequeños. Se partió tanto que no me quise dar cuenta y me volví un poco de piedra. Metí el turbo. Más gente, más cosas, más emociones, que no se note que se me rompió el alma, no quiero pensar.

Pero cuando la pena es muy grande no se va tan rápido como una quiere. Y de repente pasa algo que hace aflorar toda esa tristeza que intentaste enterrar bajo varias capas de hiperactividad.

Hace unas semanas se fue una de esas personas que siempre había estado ahí. Fue como un aviso: cuidado que no estamos aquí para siempre. Cara a cara con la fragilidad de la vida, de mi vida y de la vida de las personas a las que quiero. Y una incapacidad total para asumirlo. Luego, unos días más tarde se fue otra persona más. Y hace una semana la tercera. Todo a la vez. Mi madre me dijo que eso pasa a veces, que se juntan todas las situaciones complicadas en un mismo periodo de tiempo.

Todo pasa por algo, si queremos que así sea. De todo esto tengo que sacar cosas en claro. Y resuena en mi interior la canción de Keane...Las cosas sencillas que nos llenan y dan sentido a la vida. Las personas a las que queremos que forman parte de nosotros, que son a través de nosotros. El amor siempre.

Hace meses que me asusta el desamor que veo a mi alrededor. El miedo a querer generalizado, que entiendo que es por miedo,en algún momento, a perder. Yo misma estoy entrando en esa dinámica, tengo miedo, también, miedo a la perdida. Y no puede ser. No sé vivir con miedo, y no sé vivir sin amor. Creo que es esto lo que tengo que entender y aceptar. Pero tengo que ser capaz de encajar esa convicción en el entorno hostil en el que tengo la sensación de moverme.

Como siempre, sé que encontraré el camino exacto. Ese camino que me sé como la palma de mi mano, porque lo he recorrido varias veces. Y encontraré ese sitio con el que siempre he soñado, en el que podré descansar y compartir. Necesito descansar para poder recargar mi energía y concentrarla para luego explotar en haces de luz. Como el ave Fenix. Como la canción de Keane.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Hay momentos en que la música suena mejor


Hay momentos en que la música suena mejor.

Para empezar suena más fuerte. No fuerte de estridente, fuerte de potente. Los bajos son profundos y te atraviesan el corazón, y suben hacia la garganta y antes de llegar explotan ahí a medio camino. Las guitarras llenan el espacio del oído, y suben a los ojos que notan los acordes cuando parpadean. La batería se queda pegada al pie y al cuello, y los controla, y sin darte cuenta estás bailando.
Y las melodías, voces humanas o instrumentos, entran por las tripas y explotan propulsándose hacia las extremidades.

La música suena más fuerte.

Y tan fuerte suena que tienes la sensación de que vas a explotar de emoción, de amor a la vida, de amor en general. Y te sientes una titana capaz de transformar el mal en bien, porque sabes dónde está luz esencial, tú eres el aceite de la vida. Y de nuevo el pecho hacia la garganta, el oído a los ojos, los pies y el cuello, la explosión de las melodías, y canción tras canción consolidas tu sensación de que eres la persona más afortunada del mundo por poder sentir la música y la vida así.

Hay momentos en los que has vivido algo tan bonito que la música suena mejor. Amén.

martes, 17 de octubre de 2017

No podemos ser tan diferentes

.....

No podemos ser tan diferentes. No me lo creo. No puede ser. 

¿Tú no te llenas cuando el cielo está bonito? ¿Tú no te estremeces con una caricia sincera? ¿Tú no te rompes un poco cuando pierdes a un ser querido?

¿Tú qué buscas?
Yo busco amor. Y busco paz, dentro y fuera. Busco inspiración. Busco amistad. Necesito a mi familia, y busco su apoyo cuando no puedo más, o cuando estoy cansada, o cuando estoy feliz. Busco realizarme a través de mi trabajo. Busco seguridad aunque sé que no existe. Busco sentirme útil. Busco sentirme libre, y serlo. 

¿A ti que te hace llorar?
Yo lloro con las noticias cuando hablan de gente que muere, de niños que no tienen las oportunidades que merecen o de pueblos que se pegan hasta llegar a la guerra. 
Yo lloro con la música cuando me recuerda lo bello y lo terrible de la humanidad. Ahora estoy llorando oyendo a Benjamin Clementine. ¿Lo has oido alguna vez?
Yo lloro cuando algo me parece muy injusto.
Yo lloro cuando me tratan mal.
También lloro con las películas de amor si son bonitas, con los libros que hablan de sentimientos de personas y con los documentales.

¿Qué te emociona?
La inmensidad de un paisaje.
La belleza de gente tranquila junta y en paz.
La imagen de unos niños jugando.
El mar.
El viento en mi cara.
Una montaña.
La vista desde una montaña.

En serio, no podemos ser tan diferentes. Seas quien seas. Hayas nacido donde hayas nacido. No podemos ser tan diferentes. 


...

martes, 10 de octubre de 2017

En el bosque oscuro

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No sabe cómo fue ni cuando sucedió pero llevaba mucho tiempo vagando sola por el bosque oscuro. Recuerda que, al principio, corría con la certeza de que de ese modo estaba a salvo de que nada le pudiera pasar. Durante todo aquel tiempo inicial en la oscuridad del bosque siempre se las arregló para encontrar a más moradores que le hacían ameno el camino. Encontrar a un morador significaba dejar de correr. Dos contra la oscuridad es multitud. Entre moradores y carreras, la oscuridad a veces ni se notaba y sobre todo no daba miedo. Y así durante muchos años estuvo pasando el tiempo, sin que en realidad nada pasara. 

El peso de la nada y la oscuridad es enorme. Y compensarlo corriendo, cuando eres joven vale pero llega un momento que ya no se puede más de tanta carrera. Los moradores también veían el tiempo pasar y estaban cansados de tanto correr. Empezaron a dejar de moverse agrupándose en poblados. Se ponían todos juntos, apelotonadillos. Pero en los poblados no pasaba nada. Tampoco. La nada y la oscuridad. En los poblados. 

Decidió que la oscuridad era inevitable, vale, pero la nada... la nada es un horror adicional que no tiene mucho sentido. Así que paró y respiró y pensó: "si lo topos que no tienen ojos ven, porque no voy a ver yo?". Empezó a oler, a escuchar, a tocar, a sentir. Todo seguía muy oscuro y ver, no pudo ver nada, pero empezó a entender. Entendió lo que pudo y lo que quiso, entendió lo que necesitaba. Entendió el bosque y entendió al topo. Entendió a los moradores. Y los quiso a todos. Entendió la energía y la vio fluir sin verla. Y no entendió, ni por asomo, la oscuridad pero, la aceptó. 

Y así siguió aprendiendo, entendiendo, creciendo y retrocediendo hasta el fin de sus días, rodeada de amor, energía y oscuridad. 

Fin

miércoles, 4 de octubre de 2017

Los buenos nunca ganan


Acabo de colgar de 23 minutos de conversación con el padre de mis hijos y estoy destrozada. Hemos hablado de la situación en Cataluña. Me ha dicho verdaderas barbaridades que no voy a repetir aquí porque es el padre mis hijos a los que tanto quiero. También le quiero a él, muchísimo. Pero hemos discutido sin retorno. "El ejercito tendría que estar ya en Cataluña", me ha dicho. El padre de mis hijos defiende el uso de la violencia para solucionar el conflicto catalán. No se da cuenta de que violencia genera violencia.

Twitter es malo. Genera un micromundo de personas que piensan como tú. Entras en Twitter y todo cuadra, todo tiene sentido. Pero la realidad no es esa. España se está rompiendo de verdad, como mi familia se acaba de romper ahora en 23 minutos.

El padre mis hijos escucha a Herrera en la COPE. Herrera le ha contado que los catalanes son malos. Que los niños de los catalanes son malos. Que los mossos son malos. Que hay que acabar con todos ellos. Los catalanes no quieren dialogar.

Se nos ha olvidado lo único que no tiene solución es la muerte. La muerte de los seres queridos es lo peor. Y después ver sufrir a tus seres queridos. Todo menos eso. Rafa, portero de mi oficina me decía esta mañana con lágrimas en los ojos que se había pasado toda la vida trabajando para que sus hijos tuvieran oportunidades y que ahora dos inútiles se lo iban a cargar todo.

¿Cuando ha servido la fuerza para crear algo? ¿Cómo es posible que la fuerza entre en la ecuación de la resolución del conflicto? Digo esto y me recuerda a mis palabras sobre las migraciones...nos hemos cargado los derechos de todos durante los últimos años, pensando que solo nos cargábamos los derechos de otros, pero, ay, eso no existe, los derechos o son de todos o no son de ninguno. Toda la gente que jalea el uso de la fuerza no se da cuenta de que mañana pueden ser ellos lo que estén en desacuerdo con el gobierno, y entonces, serán ellos los que encuentren la porra.

Me viene a la cabeza Viktor Orban, nuevo líder del mundo desarrollado, con el que Rajoy tiene una buena relación. Me lo imagino diciendo a Mariano que aplique la mano dura. Y me estoy imagino a Puigdemont, pensando, como hacen todos los dictadores, que el es el salvador del mundo libre. Estoy leyendo "Bajo el signo de la esvástica" de Chaves Nogales, relatos del periodista desde la Alemania nazi en el 33, y de verdad ambos bandos se ven perfectamente reflejados.

No sé muy bien como seguir. Estoy bloqueada. Estoy muy triste. Estoy muy asustada. Como decía Rafa esta mañana, "los buenos nunca ganan"...espero que esta vez si, espero que esta vez ganemos, porque si perdemos va a ser un drama.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Párpados de barro


Hoy es uno de esos días que me pesan los ojos como si los párpados fueran de barro.

El otro día estuve sola caminando, y mirando, y escuchando, y descansando, y sintiendo toda la energía de la vida fluyendo por mi cuerpo. Y recobré la paz que había perdido. Todavía me resulta increíble que la soledad me dé a veces tanta paz.

Y con esa paz llevo unos días fluyendo, contenta, consumiendo sol y música y parque del Retiro, asfalto y patinete.

Creo que todo se va a poner en su sitio, como siempre, como en Shakespeare in Love, donde las obras siempre salen pero nadie sabe como.

Cuando estoy en paz quiero a todo el mundo, musho, como Nati Abascal, me vuelvo muy humana. Y eso me llena de energía. Pero no me revoluciona, es energía limpia, dulce, suave y certera.

Y entonces llega el final del día y me voy haciendo pequeña, y estoy contenta, y mas pequeña, y entonces siento que los ojos me pesan como si los párpados fueran de barro.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Flashback


Me he tenido que poner la banda sonora de los niños del coro para poder trabajar esta noche. Tengo muchísimo trabajo y no puedo permitirme dedicar mi noche a leer, tuitear, facebookear, y seguir indignándome en compañía digital. Así que para recordar que en el mundo hay más que lo que está pasado hoy en España me dejo invadir por la música nostálgica de Bruno Coulais.

Pero soy incapaz de no volver a entrar en la actualidad. Es que no puedo soportarlo. Mi querida Marcela cuenta como en Barcelona la gente está haciendo una cacerola desde sus casas y que llevan 10 minutos pegándole con los helicópteros sobrevolando la ciudad.
Mientras, yo leo el clipping diario sobre inmigración y es todo horroroso, el discurso anti-migratorio calando por toda Europa a tope.
La ley y el orden y los demás, de nuevo enfrentados. Solo que está vez, yo estoy indignada pero estoy asustada también. Muchas cosas han cambiado. El 15M se fraguó durante el gobierno de Zapatero. El gobierno de Rajoy no es igual. Es un gobierno autoritario que hemos dejado crecer como un monstruo porque estábamos cansados de luchar. Estábamos agotados después del 15M. Y ahora el gobierno tiene unas armas que está dispuesto a usar en nombre de la Ley y el orden. Y la violencia genera siempre violencia. Siempre.
Violencia en España, violencia en Europa, violencia en America. Discursos que cada vez se parecen más, lo de la ley y el orden y los de los otros. Un mundo polarizado, las dos tapas de un sandwich y en medio los que no tienen nada.
Se oyen sirenas cerca del congreso de los diputados subiendo hacia Sol. Me recuerda a cuando veía entrar las lecheras por la A3 durante el 15M.

Que mi miedo se transforme en orgullo, y mi pena en fuerza. Solo pido eso. Quiero ver todo esto como una oportunidad otra vez, quiero verlo con ilusión y con la certeza de que podemos cambiarlo.

A ver si encuentro todos esos sentimientos dentro que deben de estar en algún lado.

Fin.

domingo, 17 de septiembre de 2017

La certeza de estar donde debo


Me resulta muy difícil tener certezas. Eso no quiere decir que tenga un pensamiento voluble. Combino la incertidumbre con firmeza en valores sin lo que no sería capaz de vivir en paz conmigo misma.

Pero desde hace unos meses tengo una certeza, la de estar por primera vez en vida donde tengo que estar, haciendo lo que debo hacer. Las que me conocen dirán que yo siempre estoy bien donde estoy. Es cierto. Soy una persona optimista y apasionada, siempre. Pero nunca antes de ahora había tenido la certeza de que mi trabajo es adecuado e imprescindible. 

Lo que está sucediendo con los movimientos de las personas en el mundo es un horror. La falta de libertad de movilidad humana siempre me ha causado mucho estupor y no la puedo entender, teniendo en cuenta que yo he pasado mi vida movimiéndome. Siempre me costó entender que no se pudiera ir a EEUU libremente por ejemplo. Ahora no puedo entender que no dejen moverse libremente a millones de personas solo porque nacieron en el sitio equivocado. 

Todos los días recibo noticias de cosas relativas a la inmigración que están sucediendo en el mundo. Y tengo el alma partida. Es todo un sin sentido que no tiene ninguna explicación. Si lo piensan es absurdo que el derecho a la libertad de movimiento esté limitado por tu nacionalidad, extrapolen a por tu sexo, por tu color de piel, incluso por la provincia en la que naciste. Pero la demagogia sobre el tema es tal que los que entendemos que es absurdo nos vemos intentando justificar ¡¡por qué la libertad de movimiento es un derecho!!! 

No puedo de verdad. A veces tengo que pararme y respirar muy hondo y recordar que yo sólo sé cambiar las cosas con amor y optimismo porque lo que me apetece es gritar y pegar y poner velas a la virgen para que caiga el meteorito que nos permitirá resetear el mundo otra vez.

Y en todo este marco siento sobre mis hombros el peso de la responsabilidad de sacar a mi organización a flote, contra viento y marea, contra todo tipo de presiones, contra todo tipo de rechazos. Somos molestos, somos únicos, somos raros. Y defendemos lo que nadie quiere defender, el derecho que tenemos todas a movernos libremente. 

A veces tengo ganas de dejarlo todo e irme a Tailandia con mis hijos y su padre a esperar tranquilamente a que impacte el meteorito. Luego pienso que para eso siempre hay tiempo. Así que por el momento me quedo aquí porque además, tengo la certeza de que es donde debo estar.